domingo, 27 de agosto de 2017

Sierra de Bernia

Ruta circular
distancia: 11 Km.
desnivel: 583 m.        
altitud min: 593 m.      altitud max: 924 m.
dificultad: Media


La Sierra de Bernia en la provincia de Alicante es un conjunto montañoso pertenenciente a las Cordilleras Béticas que se extiende unos 11 km de oeste a este, perpendicularmente a la costa mediterránea, separando las comarcas de la Marina Baja y la Marina Alta.

Para llegar al punto de inicio (el caserio de Bernia) salimos desde Benissa, donde nos alojamos, a coger la CV-749 en dirección a Pinos y a la sierra de Bernia. Después de unos 9 km de trayecto, pasado el punto kilométrico 12 de esta carretera (antes de llegar al PK 11) hay un desvio a izquierda que cogemos hacia la casa rural y restaurante "El Peón de Pinos". A unos 300m. ya vemos sitio para aparcar y dejamos los coches.

Iniciamos la ruta  continuando por esta pista asfaltada unos 200m. hasta los paneles informativos de rutas por la sierra. Aquí hay más sitio para aparcar, unas buenas vistas de la sierra y una  bifurcación que es el comienzo y final de nuestra ruta circular, siguiendo las marcas amarilla y blanca del  PR-CV7.
 Vamos a hacer la ruta en el sentido de las agujas del reloj, siguendo el ramal de  la izquierda, hacia “el Forat”. 


Es una  pista asfaltada que atraviesa el bancal Llarg. Pronto se termina el asfalto y continua en suelo rodado de tierra.




Llegamos a la fuente de Bernia con sus pilones. Aquí abandonamos el camino subiendo hacia nuestra derecha por las escaleras que dan acceso a una senda mucho más estrecha que va tomando altura para aproximarse a las paredes rocosas. 




Pasamos por un buen mirador de los bancales y poco después ya estamos caminando entre rocas.  Las rocas calizas de esta sierra estan formadas por lodo, conchas y esqueletos acumulados en el lechos marino durante millones de años, que emergieron en un lentisimo plegamiento de la corteza terrestre. El agua de la lluvia disuelve la roca y arrastra la tierra, labrando pequeñas fisuras y grandes barrancos, o esculpiendo formas caprichosas como el  arco de la cova de l´Arc (que visitaremos otro dia)  y el forat. Los contrastes de temperatura, el hielo y las raices desprenden rocas que se acumulan en imponentes canchales.
Buenas vistas de la Loma Larga, con el tossal del Navarro y detrás el punto más alto, el tossalet del Castillet.




Ya al lado de la paredes rocosas, podemos ver sesteaderos. Se trata de cuevas o abrigos a menudo adaptados con pequeños muros o plataformas usados para guardar el ganado. A diferencia de los corrales, eran empleados en verano para proteger a los animales del sol en las horas centrales del dia y para dejar a los animales demasiado jóvenes para salir a pastar. En una zona tan montañosa, los animales permitían aprovechar las zonas mas escarpadas que no eran aptas para la agricultura y producían abonos indispensables para fertilizar estas tierras tan pobres.



Trás una trepada fácil por la plancha de roca, la senda se dirige directamente a la pared, pronto distinguimos el agujero (el forat) que da acceso al túnel perforado que atraviesa esta sierra. Hay que transitarlo prácticamente a gatas. 







Al final se abre en una bonita cueva con vistas al mar, Altea y Benidorm. Hacia la derecha la sierra de Aitana, destacando en altura el Puig Campana. Se está estupendamente a cubierto del sol en esta cueva, hacemos una parada para disfrutar de las vistas y hacer la clásica foto con el perfil de la entrada de la cueva, los dos manojos de hiedra que cuelgan desde los alto y el mar al fondo.





Continuamos hacia la derecha para recorrer la vertiente sur de la sierra. Vale la pena desviarse (apenas 100m) para acercarse a ver las pinturas rupestres en La Peña de la Ermita del Vicari. Este pequeño abrigo rocoso fue el soporte elegido, hace más de 5000 años, por los grupos humanos prehistóricos para realizar algunas de sus pinturas rupestres. Este enclave consta de 3 conjuntos de representaciones características del Arte Esquemático, un tipo de arte propio de sociedades neolíticas, agricultoras y ganaderas. Las escenas tienen un claro contenido simbólico o ritual. Aparecen motivos de tipo astral (soles) , la representación figurada del agua (zigzags zigzags horizontales y paralelos  y puntos), mujeres (en el arte neolítico las figuras femeninas siempre se representan portando faldas) y hombres con las manos apoyadas en la cintura. 





Regresamos al camino, pasamos junto a unos sesteaderos y avanzamos bajo los paredones hasta llegar a una pedrera.





Se aprecia claramente el desvio a la derecha que sube zigzagueante por la pedrera hasta el collado entre el Portixol y el Rellotge. Nuestra intención era subir a lo alto del Portixol y continuar por la linea de cumbre, un tramo muy aéreo y con pasos complicados donde hay cadenas instaladas para facilitarlos, culminar el Bernia y luego bajar al Fort.  Pero el calor, las camtimploras ya escasas de agua y las quejas de los niños nos hicieron desistir. Nos tuvimos que conformar con comer al pie de estas moles rocosas.







Bajamos por el mismo camino de subida hasta el PR-CV7 y continuamos. En esta ruta se aprecian diferentes tipos de vegetación en función de la calidad y altitud del suelo. Esta vertiente es más seca, no obstante el pinar de Calces crece frondoso gracias a la tierra de bancales abandonados.





Antes de llegar al Fort de Bernia buscamos una bajada a la fuente del Fort. Un abrevadero donde el agua brota en la roca a pocos centímetros del suelo. En otras circustancias no hubieramos cogido este agua, pero estamos tan acalorados que nos esforzamos para recogerla en el borde mismo de la roca, evitando que se cuele  agua de la pileta para poder beberla. Está muy fresca!! Después de beber y remojarnos esta fuente abandonada nos parece un oasis en medio del desierto.


Subimos al Fort de Bernia,uno de los mejores ejemplos valencianos de arquitectura militar renacentista, declarado Bien de Interés Cultural. Una fortaleza con varias dependencias donde vivían hasta 50 soldados y varios animales de carga, circundada por una muralla defensiva.





Seguimos hasta un colladito, con la cima y el morro del Aspre en frente.





El camino se va hacia la derecha faldeando bajo las moles de Bernia.  Los árboles calcinados por un incendio que llego hasta la fuente del Algar alcanzando esta parte de la sierra de Bernia. Vamos en dirección a la peña de la Orenga. Echando la vista atrás, la sierra de Bernia y el Aspre





En el collado de la peña de la Orenga, el camino se va a la derecha. Cogemos un atajo para acortar y bajamos hasta las casas de Bernia. En la última parte el camino atraviesa viñedos y fincas de almendros.



 

También hemos visto arbustos florecidos, otros con las flores ya secas, bayas,  cardos, palmeras..











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